Lo que más quiere el ser humano es eliminar, sacar, borrar, sanar el DOLOR.
En mi años de terapeuta he trabajado en coaching de sanación y, muchas veces, las sesiones eran largas conversaciones con una gran carga de sufrimiento. El cliente necesitaba expresar sus emociones para sacarlas y hacía esto hablando y llorando. Para mí como terapeuta era muy difícil trabajar situaciones así. Me costaba (pese a usar energía, terapia floral y alineación de chakras) hacer que la persona se sintiera bien al terminar la sesión. El resultado era un avance medio y lento, no concreto ni contundente (como me gusta). Eran necesarias más sesiones con más sufrimiento al tener que recordar y revivir.
Hoy trabajo distinto. Aplico pasos concretos en mis sesiones desde el primer momento.
- La toma de consciencia (plena atención) es una forma de liberación potentísima. Trabajamos tomando consciencia de cada cosa que pasó y con ello se van borrando situaciones y recuerdos dolorosos en el inconsciente de manera definitiva.
- Lo otro es la aceptación de la situación. Mi cliente sabe que para llegar a avanzar es indispensable reconocer lo que sucede realmente y luego aceptarlo (es decir, ESTAR con la situación sin rechazarla y taparla). Reciben un mail con indicaciones antes de venir la primera vez donde explico esto. En la sesión vamos juntos tomando consciencia de lo que es necesario aceptar, ahí parte un segundo nivel de sanación, y luego;
- Las raíces; nos preguntamos ¿de donde viene esta situación?. ¿Viene del árbol (ancestros) o de los seteos de la gestación, sus padres, la sociedad y/o los medios? Con esto llegamos a un nivel de desactivación aún mayor, el definitivo. Pero para llegar aquí es necesario incorporar los dos pasos anteriores.
Hoy trabajo en POSITVO. Ya no hago coaching donde mis clientes lo pasan mal por momentos. Hoy, durante todo el proceso, hay alegría, tranquilidad e interés en encontrar raíces (como si armáramos un gran puzle). ¡La sensación es fantástica! Y con este proceso se ilumina él/ella e ilumina a los demás.
Mis clientes reportan ausencia de dolor y total bienestar desde el primer momento, durante sus sesiones, al día siguiente y días y meses después. Es bastante regular ver mensajes (que disfruto muchísimo) que me llegan a whatsapp y mail con afecto y gratitud por el trabajado realizado y con demostración de resultados concretos a la fecha.
Es completamente posible remover de RAIZ el DOLOR que CARGAS, de manera armoniosa, pacífica, sana y, hasta, muy entretenida.
Namasté.